Los alcorques, esos pequeños espacios de tierra alrededor de los árboles en las calles y plazas de nuestras ciudades, pueden ser mucho más que simples zonas de protección para el arbolado urbano. Su correcta gestión y aprovechamiento pueden transformar estos espacios en microhábitats ecológicos que beneficien tanto a la biodiversidad como al equilibrio ambiental de nuestras ciudades.

El Valor de los Alcorques Verdes
Un alcorque no es solo el lugar donde crece un árbol, sino que representa una oportunidad para mejorar la salud del ecosistema urbano. A través de plantaciones adecuadas en la base del árbol, se pueden generar beneficios clave:
- Refugio y Alimento para la Fauna Auxiliar
Plantar especies vegetales en los alcorques ayuda a crear hábitats adecuados para insectos beneficiosos, como abejas, mariposas y mariquitas. Estos insectos cumplen un papel fundamental en la polinización de plantas y el control biológico de plagas, evitando la proliferación de especies dañinas para los árboles urbanos. - Mejora de la Infiltración del Agua
Al aumentar la vegetación en los alcorques, se favorece la absorción del agua de lluvia o riego, lo que reduce la escorrentía superficial y minimiza el riesgo de inundaciones urbanas. Esto también mejora la calidad del suelo, manteniéndolo más permeable y saludable. - Regulación de Plagas
La plantación de ciertas especies vegetales contribuye a equilibrar el ecosistema y a reducir la presencia de plagas que puedan afectar a los árboles urbanos. Por ejemplo, algunas plantas aromáticas y flores pueden atraer insectos depredadores que ayudan a controlar plagas de manera natural, evitando el uso de pesticidas químicos.
Un Ejemplo en Sant Martí de Tous
Un caso inspirador de implementación de alcorques verdes se encuentra en el municipio de Sant Martí de Tous (Barcelona). Allí, el ayuntamiento llevó a cabo un proyecto para aprovechar estos espacios, plantando diversas especies vegetales en la base de los árboles con el objetivo de fomentar la biodiversidad y mejorar el entorno urbano.



Ahora, en el segundo año desde su implantación, se están viendo los resultados positivos de esta iniciativa: una mayor presencia de insectos beneficiosos, una mejora en la permeabilidad del suelo y un ecosistema más equilibrado que contribuye al bienestar de la comunidad.
Un Llamado a la Expansión de la Iniciativa
Es crucial que más ayuntamientos se sumen a este tipo de proyectos, ya que los beneficios son múltiples y duraderos. Convertir los alcorques en espacios verdes activos no solo ayuda a mejorar la calidad del aire y del suelo, sino que también embellece el paisaje urbano y promueve una mayor conciencia ambiental entre los ciudadanos.
Los alcorques pueden ser mucho más que simples espacios destinados a los árboles urbanos. Si se gestionan adecuadamente, pueden convertirse en pequeñas islas de biodiversidad que mejoren la sostenibilidad de nuestras ciudades. La experiencia en Sant Martí de Tous demuestra que es posible lograrlo y que solo falta la voluntad de más administraciones para replicar este modelo en otras localidades. ¿Podrían ser los alcorques verdes el futuro de nuestras ciudades más ecológicas?
¡Ojalá cada vez más municipios apuesten por esta idea! ¿Te quieres sumar?