Las cubiertas verdes, o ajardinadas, son una excelente forma de integrar naturaleza en espacios urbanos, mejorar el aislamiento de los edificios y contribuir a la sostenibilidad. Pero, como cualquier sistema vivo, requieren un mantenimiento adecuado para funcionar correctamente a lo largo del tiempo.
Tipos de cubiertas verdes y su nivel de mantenimiento
Cubierta extensiva
- Bajo mantenimiento
- Vegetación autóctona y resistente
- Requiere revisiones 2–3 veces al año
Cubierta intensiva
- Mayor diversidad vegetal
- Incluye césped, arbustos o incluso árboles pequeños
- Mantenimiento similar al de un jardín tradicional
Mantenimiento general recomendado
- Inspección y limpieza de desagües
- Frecuencia: cada 3–6 meses
- Objetivo: evitar obstrucciones y filtraciones
- Control del sistema de riego
- Revisión del riego automatizado o por goteo
- Ajustes según la estación del año
- Podas y control de crecimiento
- Especialmente en cubiertas intensivas
- Evita que la vegetación dañe la estructura
- Reposición de plantas o sustrato
- En caso de pérdidas por clima extremo o plagas
- Fertilización ecológica
- Promueve el equilibrio del sistema sin dañar el entorno
Mantenimiento preventivo vs correctivo
Un buen plan de mantenimiento preventivo evita costes mayores a futuro: filtraciones, pérdida de vegetación, deterioro estructural. Es importante contar con un proveedor especializado.
Una cubierta verde bien mantenida puede durar décadas y ofrecer beneficios ambientales y económicos permanentes. Lo esencial es planificar desde el principio un sistema de mantenimiento adaptado al tipo de vegetación, clima y uso del edificio.
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